Real fábrica de porcelanas
Real Fábrica de Porcelanas
En las proximidades de la alta chimenea del barrio Bizkaia existió, a finales del siglo pasado, una Fábrica de Porcelanas.
Etienne Baignol, procedente de Limoges, centro importante de fabricación porcelanera, solicitó al Ayuntamiento de Pasaia la autorización para la creación de dicha empresa (19 de julio de 1851). El ayuntamiento se la concedió a condición de "la más estricta obligación de ocupar, en calidad de las circunstancias, a los operarios de esta población, antes que ningún forastero, pues siempre han de ser preferidos los primeros, es decir, los del pueblo".
Era natural que los de Limoges trajeran algunos de sus artesanos como base para las labores de especialización. Así, aparecen nombres franceses de dichos operarios en algún documento del Ayuntamiento. El lugar escogido para instalar su taller fue el Palacio de los Arizabalo y algún terreno adyacente.
En el Palacio Arizabalo se preparaban las pastas y existía el taller de modelado. Uno de los vestigios de esta fábrica es la chimenea de ladrillo que encontramos próxima a este palacio. En los terrenos anejos estarían los secaderos y hornos. De esta manera se continúo la elaboración de cerámica noble que, iniciada en Alcora y en la Real Fábrica China de Buen Retiro (Madrid) durante el reinado de Carlos III, tuvo su continuidad, al decaer las anteriores, en este lugar de Pasai Donibane (San Juan).
La cerámica fina, en su primera etapa, representaba la tipología imperial, y más tarde, los decorados conocidos como isabelinos, en los que se reprodujeron retratos célebres. Todo ello, que estaba compuesto de bellas combinaciones cromáticas, con decorados abundantes, sigue agradando a sus poseedores. La empresa pasó por varios avatares hasta que cayó en manos de capitalistas vascos y de algún francés, Foussade y, por fin, D. Manuel Cámara y D. Ignacio Garbizu fueron los últimos que siguieron con la empresa hasta morir en 1915. Entre tanto, esta fábrica de cerámica fina llevó el nombre de Pasai Donibane (San Juan) a los mercados nacionales e internacionales. Muchas familias de Pasai Donibane (San Juan) conservan algunos objetos de esta fábrica de porcelanas.