Plaza Santiago

Plaza "Santiago"

Apoyándonos o sentándonos en el asiento con respaldo que bordea la orilla de las aguas, echaremos una mirada al conjunto. Observaremos que nos encontramos en una típica plaza marinera de planta rectangular y abierta por uno de los lados largos al mar.

La plaza se sitúa enfrente del mar, con una larga fila de casas, estrechas y altas, y el edificio del Ayuntamiento en el centro. Los dos laterales de la plaza están limitados por la fachada de las casas de la calle que ahí termina. Una de ellas, de magnífica piedra sillería, hace las veces de frontón. La otra, hacia la plaza, abre unas pequeñas ventanas.

La auténtica fachada de la plaza la forman las casas de arquitectura popular y marinera. Estas casas, que pueden ser de tres, cuatro y cinco plantas, tienen balcones corridos que ocupan toda la fachada, normalmente con barandillas de madera y pintadas, al igual que la carpintería, de diferentes colores. Una de las características más notables es la diversidad de tipos de vivienda. Una escalera de un solo tramo, muy pendiente, lleva cada piso hasta llegar al monte, que está detrás de éste. Por la parte de atrás, las tres primeras plantas aparecen casi empotradas en el mismo monte. Otra característica especial es la forma de las cubiertas, a dos aguas y con el caballete perpendicular a la fachada, cuando lo más constructivo y usual es lo contrario. Esta plaza es el único ensanchamiento al que se llega después de haber recorrido la vieja calle.

Es un lugar realmente pintoresco y lleno de colorido. Todo ello constituye un modelo de estilo popular. Si el sol brilla en lo alto, la plaza lo acoge como en un cuenco reverberante, sin sombras, lleno de luz. Si es de noche, el espíritu marinero del pueblo descansa en esta plaza. Cuando llegan las fiestas de San Juan y Santiago, el bullicio, el clamor, la música y los jóvenes danzantes la llenan de incontenible alegría que rebota en las ventanas y balcones para apagarse en el mar.